viernes, 26 de enero de 2007

Tema 5. Sustitución de importaciones

La industrialización es un proceso en el que la mayoría de los países del mundo se incorporó con el fin de mejorar el desempeño y el desarrollo de sus economías. Asimismo es un proceso en el que la innovación tecnológica, la inversión en mano de obra calificada, maquinaria y equipo son elementos cruciales para propiciar el incremento sostenido de la producción, de la productividad y demás elementos que se eslabonan para crear ganancias en el sistema capitalista moderno.

Antecedentes de la industrialización en México

En México el proceso de industrialización comenzó en el siglo XIX durante el porfiriato. El impulso de las vías de comunicación y la apertura a capitales extranjeros que sentaron las bases para que en una etapa posterior se creara la infraestructura necesaria para crear un mercado interno más o menos desarrollado. Las manufacturas que se desarrollaron en esa época correspondieron sobre todo a productos textiles, alimenticios y otros como la cerveza y el tabaco. El consumo masivo de estos productos se dio sobre todo en las ciudades más importantes del país y fueron un aspecto importante que contribuyó a la urbanización. Así, el traslado de la población que se dedicaba netamente a las actividades del sector primario se presentó sobre todo en ciudades como el Distrito Federal, Puebla, Guanajuato y Guadalajara.

Crisis Capitalista de 1929

Como consecuencia de la crisis mundial de 1929, México deja de percibir productos provenientes del exterior y se ve obligado a generar una producción interna que abastezca el déficit de las importaciones que se encontraban en detrimento. A este proceso se le conoce como sustitución de importaciones, las importaciones que se suplieron correspondieron sobre todo a bienes de consumo intermedio que eran utilizados como insumos en la producción de los bienes de consumo no duradero como alimentos y bebidas.

El éxito del modelo sustitutivo de importaciones estuvo basado en políticas altamente proteccionistas que garantizaban la permanencia de los productores nacionales en un creciente mercado interno caracterizado por el desarrollo de una clase media que demandaba productos finales complacientes a sus nuevas necesidades, tales como artículos electrodomésticos y automóviles.


La estrategia mexicana de mantener un mercado cautivo de los productores nacionales deterioró significativamente la competitividad de estos últimos. Sin embargo, la infraestructura productiva nacional logró mantener tasas de crecimiento por encima del 6 por ciento con todo y que la sustitución de importaciones se abocaba a bienes primarios y de consumo intermedio, es decir no se abocó hacia la sustitución de bienes de capital lo cual consintió que estructuralmente se mantuviera una dependencia con el sector externo en cuanto la maquinaria y equipo que permitiera la creación de bienes duraderos y con un mayor grado de sofisticación en su manufactura.
Decadencia del modelo de sustitución de importaciones

Luego de la crisis de los ochenta, el proteccionismo que caracterizó al modelo de sustitución de importaciones se abolió y se ingresó en la etapa en la que se percibió al sector exportador como el sector más importante para lograr la modernización y el crecimiento de la economía. Como sabemos, el cambio de orientación del modelo se sustentó sobre todo en las recomendaciones de los grandes organismos internacionales que pugnaban por economía más abiertas y por detonar el comercio internacional. México se ha apegado a la mayoría de las recomendaciones provistas desde el Consenso de Washington; sin embargo los resultados no han sido los esperados.

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